Retablo de madera tallada sin policromar. De un cuerpo y una calle, con rocalla y decoración vegetal. De estilo rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, hacia 1777. Su autor es el ursaonense Juan Guerra.
La mesa de altar es de madera sin policromar.
Preside el retablo, San Miguel en madera de cedro policromada y estofada, obra de Pedro Roldán, de 1657. Se representa al Arcángel como guardián del ejército celestial, con rostro adolescente y belleza andrógina. Lleva la cabeza cubierta con casco dorado. Va vestido a la romana, con coraza y broche en el pecho, faldellín con pliegues y amplio manto, desplegando airosas alas. Bajo sus pies, con sandalias y grebas, cae abatido un dragón, símbolo del diablo, con las fauces abiertas y la cola retorcida.
Esta obra ha sido policromada tres veces, siendo la última vez la realizada, en 1759, por Miguel Carreño, maestro pintor y dorador local.
La obra ha sido intervenida, recientemente, por el restaurador José María Calderón Herrera, en 2023, con ocasión de la Exposición conmemorativa del 400 aniversario del pintor, celebrada en Sevilla desde diciembre de 2023 a marzo de 2024.