El edificio es de estructura mudéjar, en mampostería y ladrillo, construido sobre una antigua ermita. Sobre ella se edificó la iglesia primitiva en el siglo XVI que quedó inservible tras el terremoto de Lisboa de 1755. Fue reconstruida casi desde el solar. Fue inaugurada en 1768.
La torre tiene dos cuerpos y un chapitel característico. Es del siglo XVI, de ladrillo y está adornado con cerámica.
Cuenta con tres criptas, una en cada una de las naves, recientemente restauradas y señaladas sus respectivas entradas en la solería.
Cuenta con dos puertas clasicistas y una cegada en la capilla del Sagrario. El exterior de esta capilla es de lo más original y destacable del exterior del templo.
El cancel del lado del Evangelio es de madera con decoración de rocalla y tracería. Se realizó en el año 1777 por el tallista de Osuna Juan Guerra ascendiendo su coste a tres mil reales. Presenta una estructura sencilla, a base de cuarterones en todos sus frentes y dos vidrieras octogonales en cada una de las hojas. Tiene una sencilla decoración en su remate situando una cruz con rocallas y unas flores en sus esquinas. Por los lados de las hojas principales corren unos motivos vegetales. El cancel que estaba en este lugar pasó a la otra puerta, a la que da a la plaza Del Dulce Nombre.
El interior es de planta de cruz latina está formado por tres naves y crucero, siendo los soportes pilares cruciformes sobre los que se apoyan arcos de medio punto.
La nave central se cubre con artesonado del siglo XVIII. En la parte superior de las paredes de la nave central hay seis pinturas representando:
San Juan Bautista, Santiago y Santa Teresa, en el lado de la Epístola.
San José, San Pedro y San Pablo y Santa María Magdalena, en el lado del Evangelio.
Sobre el crucero, la bóveda vaída se decora en la segunda mitad del siglo XX con pintura representando la visión o glorificación del santo en la que éste aparece coronado por el mismo Jesucristo, con una corona de flores símbolo del martirio. Jesucristo está sentado en la bóveda celeste, apoyado en la esfera terrestre y rodeado de ángeles que portan los atributos del santo como la lanza, el escudo, el casco, el arco, etc.
Las naves laterales se cubren bien con bóveda o bien con colgadizo. La capilla mayor/presbiterio y los brazos del crucero se cubren con bóvedas de cañón con lunetos.
En los brazos del crucero, pinturas representando a San Francisco de Asís – San Juan Nepomuceno; San Ignacio de Loyola – San Vicente de Paul. Además de leyendas de las virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza.