Descripción general

Asociación Cultural por el Patrimonio de Marchena

El origen del convento lo podemos encontrar en el presbítero de la Villa de Marchena, Bartolomé Sánchez de Bonilla, quien hizo donación de unas casas en la Plaza de la Fuente (hoy plaza Padre Alvarado) a la Orden de Predicadores para que en ella se fundase un convento de dominicos. La realiza mediante una Carta otorgada en Marchena el 27 de agosto de 1517 y la Orden tomó posesión de sus bienes el 8 de Mayo de 1520, a la muerte de su fundador.

D. Rodrigo Ponce de León, primer duque de Arcos y VIII Señor de Marchena alega que el lugar destinado al convento no era el más adecuado y consiguió mediante una Bula del papa León X establecer el Convento en su actual emplazamiento, cerca de la Puerta de Morón, extramuros de la Villa. Se convirtió en su patrono y estableció con el Padre Provincial los términos de la fundación, además de dotarlo con 20.000 maravedíes para que en él pudiesen vivir 20 religiosos.

A partir de 1521 se hace cargo del convento y de las obras el padre Vicente Mejía, Prior de Rota, Fray Domingo Baltasar y el padre Fray Juan de La Cruz que sería el Primer Vicario y Prior del nuevo Convento. Entre 1521 y 1530 las obras se realizaron sin ninguna interrupción, pero a la muerte del Duque en julio de 1530 quedaron interrumpidas por falta de recursos.

Hubo de recurrir a la Reina Doña Juana, para que ordenase a Juan de Saavedra, tutor de Luís Cristóbal Ponce de León, hijo del fallecido, para que cumpliera con la voluntad de su padre de proseguir con las obras del convento que había mandado fundar para que sirviera de enterramiento para él y para sus descendentes. Las obras debieron reanudarse a partir de 1535 y tanto la iglesia como el convento debieron de inaugurarse a mediados del siglo XVI.

Con las desamortizaciones pierde la mayor parte de la zona conventual que incluía: el actual Mercado de Abastos (huerta), Casino Cultural (Refectorio), Dependencias de Unicaja y viviendas particulares.

En el siglo XVIII, en el lado del Evangelio se le añade una segunda nave con cuatro tramos y cubierta con bóvedas vaídas, conectada con la central en el segundo tramo hoy convertidas en dependencias de la Hermandad. De esta misma fecha será el coro alto situado a los pies de la iglesia. El presbiterio se cubre con bóvedas estrellada de nervaduras góticas. Se diferencia del resto de la nave por un arco toral de medio punto, de menor altura que la bóveda.

Se conserva un coro alto con sillería en madera con decoración de cuarterones, ménsulas y columnas del siglo XVII.