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Exterior
Situada en la parte más elevada de la ciudad, en la Mota. Está edificada en estilo gótico – mudéjar, hacia 1360, sobre una antigua construcción musulmana. Es la iglesia más antigua de Marchena.
Fue mandada construir por los Ponce de León, como capilla palatina dentro del antiguo Alcázar musulmán que ellos convirtieron, con el tiempo, en Palacio.
Es perfectamente identificable, desde el exterior, tres partes:
- El cuerpo principal del templo con cubierta de tejas a dos aguas (y de paredes blancas….).
- El ábside poligonal, que presenta remates de almenas, contrafuertes y ventanas germinadas de estilo gótico.
- La torre – campanario, que constituye uno de los iconos de Marchena junto con el Arco de la Rosa. Se ejecutó su obra entorno a 1567 por el arquitecto Hernán Ruiz «el Joven». Se sitúa a los pies de la nave del evangelio y se sustenta sobre un torreón macizo de época musulmana. Consta de cuatro cuerpos escalonados de ladrillo y piedra con decoración de azulejos en paneles ajedrezados. Se remata con una bola por encima del cuerpo de campanas que le da un carácter peculiar y simbólico.
La portada principal, situada a los pies, es del siglo XIV. Está construida en piedra y sobresale como un bloque independiente, siguiendo los modelos del gótico primitivo. Consta de cuatro arcos ojivales escalonados estando el exterior decorado con puntas de diamante.
La portada lateral, situada en el lado de la epístola, es más moderna. Está construida en ladrillo siendo una reinterpretación, simplificada, de la portada principal.
Interior
Consta de tres naves y cuatro tramos, separados por pilares cruciformes sobre los que se apoyan arcos apuntados.
Las tres naves se cubren, siguiendo la tradición mudéjar, con artesonados muy restaurados:
- El de la nave central se atribuye a Diego López de Arenas, manteniendo la característica decoración de lacería.
- En la nave de la epístola se conservan restos del artesonado primitivo del siglo XIV.
- La nave del Evangelio tiene el artesonado totalmente restaurado ya que el primitivo se derrumbó en la década de los noventa del siglo XX, procediéndose en poco tiempo a su sustitución.
Los pilares y muros están decorados con yeserías barrocas con temas de roleos (decoración en relieve realizada mediante elementos enrollados).
A los pies del templo se sitúa una sencilla sillería proveniente de algún convento desamortizado. En alto, se sitúan dos tribunas superpuestas:
- Una de ellas de uso exclusivo de la familia ducal, que tenía acceso directo desde las dependencias del Palacio. La tribuna ducal conserva una celosía de madera en la que se mezclan lazos y dibujos geométricos siendo una combinación de la carpintería de tradición mudéjar con la renacentista. Fue realizada hacia 1577 durante el gobierno del III Duque de Arcos, Rodrigo Ponce de León, el Viejo.
- La otra para uso de la comunidad de franciscanas clarisas con acceso directo desde las dependencias conventuales, a partir del traslado de esta comunidad en 1631.
En la parte alta de las naves laterales se conservan pinturas de importante factura necesitadas de una urgente restauración. Las de la nave del Evangelio representan las Ánimas del Purgatorio, Santa Clara y un Ecce Homo. En la nave de la Epístola: San Blas, San Fernando, un exvoto de D. Joaquín Ponce de León y San Agustín con el Niño. En ellos puede leerse una doble dedicatoria que dice:
- A la devoción de Da Guadalupe duquesa de Arcos, Aveiro y Maqueda, mi madre…
- A la devoción de Da Ana de Spínola y la Cerda, mi mujer…
En la parte baja de las naves, vía Crucis, litografías francesas en blanco y negro del siglo XIX.