Retablo barroco, en madera tallada y dorada con un cuerpo y remate de dosel, decorado con estípite, rocalla y ángeles, de 1750. En el centro del retablo escultura del Crucificado acompañado de la Virgen María y San Juan, en madera estofada y policromada, todas ellas del siglo XVI. La iconografía es de las más antiguas de Marchena. El espacio en el que se encuentra este retablo debió ser, con anterioridad, la puerta de acceso a la Sacristía. Un dato que lo avala es la falta de relieves de roleas en toda la parte posterior del retablo. Este retablo posiblemente procede del convento jesuita de la Encarnación, Santa Isabel.