Versión en audio
La Iglesia del Convento de la Purísima Concepción, conocida como «Santa María la Chica», se encuentra dentro del recinto conventual de las franciscanas clarisas. Este convento fue fundado en 1624 por Rodrigo Ponce de León, IV duque de Arcos y su esposa Ana de Aragón y Sandoval, virreyes de Nápoles. La fundación del convento se produce a instancias de Sor María de la Antigua. Se estableció primero en la ermita de San Lorenzo, pasando en 1628 a la actual Casa del Ave María, familia de los Montiel. El 25 de octubre de 1631 se trasladan a unas casas del Palacio Ducal donde con el paso de los años se fueron construyendo las diferentes dependencias conventuales y la iglesia.
Al convento se accede a través de una puerta adintelada sobre la que aparece un panel de azulejos con la Inmaculada sobre una vista de Sevilla, según modelo iconográfico próximo a Francisco Pacheco del siglo XVII, y los escudos de los Duques de Arcos. El compás del convento cuenta con una galería porticada formada por columnas toscanas con capitel y pinjantes donde se apoyan arcos de medio punto. Desde ese espacio se accede al locutorio, torno, hospedería e iglesia, en este último caso a través de un pasillo situado a la derecha.
La iglesia está construida en mampostería, a mediados del siglo XVII y se reconstruye y decora en el XVIII bajo la dirección de los maestros Nicolás Carretero y Francisco Díaz. Sigue el esquema conventual: una nave, coro bajo y alto a los pies y acceso desde el exterior por el lado de la Epístola.
El interior está cubierto con bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones. La capilla mayor se cubre con una bóveda vaída con decoración de yeserías. Las pechinas están decoradas con las imágenes de San Francisco y tres santas clarisas. Se sustenta sobre pilastras adosadas al muro. El arco triunfal y los de la nave son de medio punto. Sus muros están decorados con una gran colección de grabados de diferentes épocas. El interior cuenta con un zócalo pintado, imitando mármol y corrido a lo largo de toda la iglesia. Sobre la puerta de entrada al templo y en el espinazo de la bóveda, se sitúan escudos de los duques de Arcos, sus fundadores y patronos. La espadaña, está situada a los pies de la iglesia. Es de ladrillo y azulejos con dos vanos y un cuerpo con remate en triángulo, con dos campanas de bronce donde se lee, en una: «María de la Concepción, Ora pro Nobis, Año 1856”. En la otra de 1713: “Alabado sea el Stmo. Sacramento del Altar«.